El servicio de mediación de Santiago ya evitó 122 juicios

El servicio de mediación en divorcios ya evitó 122 juicios

En torno al 60 % de las parejas que acuden a la oficina llegan a acuerdos

06 de febrero de 2012 05:10

Santiago es la referencia para las ciudades gallegas que están intentando poner en marcha un servicio de mediación para parejas en trámites de divorcio, tal es el caso de Ourense, ya en funcionamiento, y Vigo, en ciernes. La oficina compostelana inició su andadura en la Escola Galega de Administración Pública (la EGAP, en Fontiñas) en el año 2009 y en estos momentos ya está «saturada». Lo dice Juan Daponte Codina, psicólogo, que junto a la abogada Olga Failde Picallo atiende dos mañanas a la semana (martes y viernes) a las parejas que recurren a su mediación, que es gratuita. Es para lo que da el convenio que renuevan anualmente -con la incertidumbre que supone- en el que están implicados los colegios profesionales de Abogados y Psicólogos y las consellerías de Presidencia y Traballo.

Los dos profesionales, que tienen veinte años de experiencia en temas de familia y un máster de la Universidade de Santiago en Mediación, han conseguido evitar ya 122 juicios. Todo un logro, a juicio de Daponte, porque cada vez que una pareja en trámites de divorcio recurre a sus servicios se inicia un proceso de no menos de cuatro sesiones, contando con una inicial informativa que convence al 70 % de los usuarios, que siguen adelante.

«Estamos sobrepasados, y eso que podríamos recibir hasta 300 derivaciones anuales de los juzgados de Familia, pero yo creo que el tope lo va a marcar el 2011. Atender más casos supondría ofrecer un servicio peor», admite Daponte, quien considera clave en este éxito social la «determinación» del magistrado Roberto Soto.

Por casos se refieren a divorcios, separaciones, modificaciones tanto económicas como de guarda y custodia o régimen de visitas visitas abuelos-nietos, tutelas, ejecuciones por incumplimiento o liquidación de bienes gananciales.

Un lugar neutral

Lleguen a acuerdo o no, los usuarios son encuestados y la gran mayoría tiene un alto grado de satisfacción por cómo se ha llevado el proceso. «La gente se siente escuchada y es capaz de ver otros puntos de vista sobre su situación y todo ello en un espacio que ha sido confidencial, imparcial y neutral para ellos», refiere el psicólogo ofreciendo las claves de su servicio.